Por
Mayte Esteban*
¿Qué sentirías si
supieras el momento exacto de tu muerte?
Ya solo el arranque de
este relato es impactante: el doctor Delfín Sánchez lleva un año recibiendo
unas cartas anónimas, mes a mes, anunciando su muerte en su 50 cumpleaños. En
los últimos días han llegado a diario y se les han sumado coronas de flores
para su entierro. La temible cuenta atrás está a punto de expirar: solo quedan
dos días para que acabe el plazo. Busca desesperado ayuda en la comisaria de
Ourense cuando empieza a darse cuenta de que no es una broma de mal gusto.
En Café y cigarrillos
para un funeral, Roberto Martínez Guzmán plantea un interrogante ante el que
nadie es capaz de reaccionar sin angustiarse, una pregunta inquietante para la
que nunca se está preparado. Todos sabemos que moriremos, somos conscientes de
que la vida no es más que descontar segundos, pero vivimos tranquilos ignorando
cuándo se parará nuestro reloj vital. Pero ¿qué pasaría por nuestra mente si
supiéramos cuándo? El protagonista de este relato se encuentra con ese dilema y
es inevitable vivir con él la angustia, hacerse las mismas preguntas que lo
atormentan, sentir desconfianza por todo aquel que le rodea y buscar ansioso
los motivos, el porqué de esa cuenta atrás imparable que le pone frente a
frente con lo efímero de la vida. Alguien desea su muerte y está decidido a ser
su verdugo, pero antes quiere regodearse, multiplicar el sufrimiento de este
hombre.
El lector de este
relato no tendrá tregua; el autor, fiel a su estilo directo, no se la da. En
muy pocas páginas nos hará seguir los pasos de una investigación marcada por el
tiempo y os aseguro que sentiréis la angustia de un hombre que ve cómo los
minutos se escurren entre sus dedos sin encontrar a la persona que se esconde
tras los anónimos. ¿Cómo será ese momento? ¿Quién lo hará? ¿Por qué? Solo tiene
el cuándo y ese cuándo es precisamente la pregunta que todos evitamos hacernos.
Y es que hay citas para las que nunca estamos preparados.
Ambientada en Ourense,
una ciudad que el autor conoce a la perfección, y con la inspectora Eva
Santiago al frente de la investigación, recupera el escenario y al personaje
que conocimos en su novela Muerte sin resurrección. Si no has leído antes a
Roberto, este es un buen comienzo. Si te apetece una historia de esas que no
puedes soltar hasta que acaban, aquí la tienes. Ponte cómodo. Te aseguro que el
único reloj que te preocupará será el que descuenta tiempo en la historia.
Del real, te vas a
olvidar.
*Mayte Esteban
es escritora y bloguera. Autora de: La
chica de las fotos
(Harlequin Ibérica, S.A., Finalista III Premio Digital HQÑ) y Detrás del cristal (Ediciones B Vergara, Premio
RNR mejor novela sentimental 2013), entre otras. También administra desde hace
años el blog: El
espejo de la entrada
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